BLOG

Si quieres saber como mantener tu albornoz suave y colorido como el primer día sigue leyendo…

Cuando compramos un albornoz nos encanta su tacto suave y sus colores frescos propios de una prenda recién estrenada. Sin embargo, sabemos que con el paso de los años, las prendas no lucen tan perfectamente. Por eso, para lograr mantener nuestros albornoces como el primer día es necesario darles una serie de cuidados.

Consejos sencillos para que tu albornoz luzca perfecto

En primer lugar y como con cualquier prenda nueva, debemos lavar el albornoz antes de estrenarlo. En esta primera ocasión es recomendable lavarlo por separado, pues podría soltar cualquier resto de color.

Los albornoces de Rizobasic están confeccionados con algodón 100% de primera calidad. Por esta razón, realizaremos los lavados con agua fría y un detergente suave. Recordad no utilizar detergente en exceso pues apelmazaría el suave tejido del albornoz.

Es importante que no utilicemos suavizante, primero porque el algodón de nuestros albornoces ya posee una suavidad excepcional, y segundo, porque los suavizantes perjudican la capacidad absorbente del algodón.

La frecuencia del lavado del albornoz dependerá del uso que le demos. Si le damos uso en el hogar tras la ducha o baño, no es necesario lavarlo todas las veces, pero sí habitualmente. Si por el contrario, utilizamos el albornoz en el gimnasio o piscina, evidentemente lo lavaremos tras cada uso.

Tanto si lo lavamos como si está húmedo tras su uso, debemos extenderlo si es posible al aire libre y procurar que no le de el sol directamente pues opaca sus colores. Un truco para conservar vivos los colores en nuestro albornoz, es añadir vinagre blanco en el compartimento del suavizante.

Si sigues nuestros consejos, los que te damos aquí en RIZOBASIC, ten por seguro que tu albornoz se conservará como nuevo durante mucho tiempo.

Una bebida caliente en los días más fríos, leer un buen libro o un acogedor albornoz al salir de una relajante ducha son de los mejores placeres que podemos tener en nuestro día a día. La felicidad está en los pequeños placeres de la vida.

Y es que, aunque de primeras no reparemos en ello, nuestro bienestar depende de esos pequeños pero agradables momentos. El albornoz es, sin duda alguna, una prenda que nos transmite sensaciones positivas; comodidad, suavidad y sobre todo lujo.

Experiencias cómo disfrutar de una estancia en un elegante hotel o una visita a un relajante spa siempre están rodeadas de lujo y siempre se viven llevando un suave albornoz. Esta relación entre albornoces y lujo no es una casualidad, y es porque no hay mejor prenda para relajarnos que un buen albornoz.

El albornoz es un pequeño gran lujo que nos ayudará a ser más positivos cada día. Al finalizar un estresante día de trabajo o durante los fines de semana, nos apetece relajarnos y para ello, nada mejor que una ducha caliente o un baño relajante. Para terminar debemos envolvernos en un cálido albornoz que nos ayudará a secarnos sin las típicas incomodidades de las toallas. Y podemos continuar nuestra sesión de cuidados en el baño o realizar nuestras demás actividades con el albornoz puesto.

Llevar el albornoz en casa nos transmitirá la misma sensación de lujo y comodidad que tenemos en los hoteles. Lo cual cambiará nuestro estado de humor y nos ayudará a desestresarnos.

Aunque en principio no parezca un gran cambio, pequeñas cosas cómo incluir un albornoz en nuestras rutinas, son las que marcan la diferencia, pues cambian nuestra actitud ante la vida. Recuerda que cómo hemos dicho al principio, la felicidad está en disfrutar los pequeños placeres del día a día.

Llega el nuevo año y con él los nuevos propósitos. Hacer deporte es uno de los propósitos más habituales y recomendables, y mucha gente apuesta por apuntarse al gimnasio, pues el implacable frío no invita mucho a practicar deporte al aire libre.

Si vas a comenzar en el gimnasio, bien sabrás que necesitas un equipamiento deportivo, tanto ropa como calzado adecuados; pero no debes olvidar que en tu bolsa de gimnasio tampoco puede faltar tus accesorios de higiene, pues al acabar tu rutina deportiva llega el momento de la ducha.

Para este momento, es evidente que necesitarás unas buenas chanclas y un albornoz nuevo. Pues al igual que no te llevarías un pijama descolorido y viejo de estar por casa a una estancia fuera, no es buena idea llevarse el albornoz de todos los días al gimnasio.

Lo más probable es que el albornoz que usamos en casa tenga ya demasiado tiempo. Por muy cómodo que sea nuestro albornoz de cada día, lo más probable es que esté descolorido y que haya perdido su forma. Es evidente que salir de la ducha en público con un albornoz en tal estado no dará nuestra mejor imagen.

Quizás pienses que tu albornoz de casa no está tan viejo, pero siempre es mejor tener uno diferente para el gimnasio. ¿Por qué? Ten en cuenta que en cuanto llegues a casa deberás meter tu albornoz en la lavadora o secarlo al aire libre.

Para tener siempre a mano un albornoz y no estar lavando y extendiendo continuamente el mismo albornoz y esperando a que se seque día tras día, es muchísimo más práctico que tengas un albornoz solo para casa y otro albornoz exclusivamente para el gimnasio. Piénsalo, ya tenemos demasiadas complicaciones diarias para añadir una más, un albornoz nuevo será imprescindible en nuestra nueva rutina .