Toallas en invierno, ¿cómo evitar el olor a humedad?
En invierno, es muy frecuente que las toallas no consigan secarse por completo. Esto además de ser muy molesto, viene acompañado de un desagradable olor a humedad. Para conseguir que este invierno las toallas queden en perfecto a estado, te recomendamos los siguientes consejos.
1. El centrifugado de toallas
Es importante eliminar el exceso de agua en las toallas. Para ello, optaremos por un doble centrifugado, eso sí, a una velocidad no excesivamente alta para no dañarlas. Al sacar las toallas, las sacudiremos para que el aire pueda circular lo máximo posible entre sus tejidos.
2. El tendido de toallas
Lo ideal para nuestras toallas es elegir un lugar donde circule el máximo viento posible. La colocación en el tendido es muy importante; recuerda que cada toalla esté bien estirada y que entre cada toalla o prenda exista un espacio de separación para que la humedad pueda evaporarse rápidamente. Si no dispones de suficiente espacio, puedes ayudarte colocando perchas para que las toallas se sequen con mayor rapidez.
3. La calefacción, aliada para el secado de toallas
Si ya has puesto en práctica los anteriores trucos, pero el clima o el lugar no están de tu parte y no consigues secar adecuadamente tus toallas, tendrás que tomar otras medidas.
Si dispones de cualquier sistema de calefacción en tu hogar, conviértelo en aliado para secar tus toallas. Al final del día si las toallas todavía no se han secado, entra el tendedero y colocalo en la misma estancia donde haya calefacción.
4. La solución perfecta, el radiador toallero
Sin embargo, para este tipo de casos, la mejor solución es adquirir un radiador toallero. Diseñados específicamente para ello, los radiadores toalleros conseguirán mantener tus toallas secas, calientes y sin rastro de olor a humedad.
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